Los osteópatas no nos centramos únicamente en tratar el área anatómica que está provocando los síntomas. Utilizamos técnicas manuales precisas para recuperar el equilibrio en la fisiología (la función) de los sistemas del cuerpo humano, eliminando el dolor y recuperando un estado de salud óptimo para el paciente.

Tenemos unos conocimientos profundos de anatomía y fisiología, además de un gran sentido del tacto y la palpación. Con estos fundamentos somos capaces de detectar sutiles desequilibrios físicos en el cuerpo.

Podemos utilizar un amplio abanico de abordajes y técnicas en el tratamiento manual, teniendo en cuenta la edad, el sexo, la tipología y el estado de salud del paciente.

Los osteópatas ayudamos a toda la familia; tratando con eficacia y máxima seguridad desde bebés y niños a pacientes de la 3ª edad.

Una gran proporción del cuerpo es agua y tejido conectivo. Son tejido conectivo los huesos pero también los músculos, ligamentos, fascias y vasos sanguíneos. También los órganos internos son especilizaciones de este tejido. Estos tejidos son una continuidad a través del cuerpo y se mantienen en un estado de equilibrio. Cualquier área de restricción o tensión modificará el equilibrio a través de todo este sistema y, por consiguiente, de todo el cuerpo.

Ejemplo: Una cojera modificará el equilibrio de la pelvis, de la zona lumbar y de las cervicales. El cuerpo hará frente modificando la relación mecánica en la pelvis, columna, caja torácica, hombros y cervicales. Si existe rigidez o movilidad restringida en alguna de estas áreas hará que sea difícil de compensar la cojera y que aparezca dolor en la parte baja de la espalda o de las cervicales, o que puedan aparecer cefaleas tensionales.