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Pediatría

El Nacimiento

Durante el parto, el bebé está sometido a fuerzas y presiones de gran intensidad debido al paso a través de la pelvis de la madre. Para permitir este paso, la cabeza del bebé está diseñada para reducir su tamaño permitiendo a los huesos del cráneo adaptarse en flexión y superposición para realizar el giro y la rotación necesarias en su descenso por el canal del parto. Este proceso se conoce como “moulding” (moldeo) y es por este motivo que muchos bebés nacen con la cabeza con una forma extraña, adaptada a estas fuerzas.

En los primeros días después del nacimiento, la cabeza de forma natural pierde gran parte de la forma moldeada extrema ayudado por la succión, el llanto y el bostezo del bebé. Pero este proceso fisiológico a veces puede ser incompleto (especialmente si el parto ha sido difícil) y puede dejar al bebé con tensiones incómodas. Esto puede causar una variedad de problemas, a corto plazo en el bebé, o más adelante cuando crece.

Forma de la cabeza

Tal como hemos explicado en el apartado anterior, la alteración en la forma y la asimetría en la cabeza del bebé al nacer a menudo se resuelve dentro de los primeros días de vida. Si se mantiene algún aplanamiento en un lado de la parte posterior de la cabeza, aunque sea muy pequeña, el bebé tiende naturalmente a tumbarse en el área plana. Esto puede causar una asimetría y empeorar cuando el bebé crece hasta el 'síndrome de la cabeza plana' o a una “plagiocefalia”

Los osteópatas pediátricos somos capaces de evaluar el equilibrio físico y la simetría de todo el cuerpo y asesorar sobre las causas y la gestión de la plagiocefalia. Cuanto antes se corrija, menos probabilidad habrá que esta disfunción se agrave.

Desarrollo en el primer año

Evaluamos el estado físico de los bebés y los niños para determinar si hay razones físicas para cualquier retraso en alcanzar los objetivos del desarrollo. Por ejemplo, la rigidez en la columna vertebral y la pelvis puede hacer que sea difícil para un bebé aprender a gatear.

Comportamiento del niño

Antes de que un niño aprenda a expresarse verbalmente, tiene que encontrar otros medios de comunicación. Esto puede manifestarse como llanto excesivo o comportamiento no cooperativo (especialmente cuando están cansados). Si un niño tiene desequilibrios físicos y tensiones, el comportamiento difícil puede ser su manera de expresar su malestar. Cuando estas tensiones se corrigen, con frecuencia se vuelven mucho más contentos, felices y relajados. De vez en cuando la conducta o patrón de sueño de un niño puede alterarse después de sufrir una caída, (algo común cuando el niño da los primeros pasos).

Lo que hacemos con nuestro tratamiento es evaluar y determinar si hay razones físicas para provocar sus alteraciones de comportamiento. Dificultades de Aprendizaje

Es habitual que estas dificultades aparezcan y aumenten gradualmente hasta que en un momento determinado se hace un diagnóstico. Es frecuente que sus causas estén presentes desde las primeras fases de la vida de la persona.

Inicialmente el niño puede superar estas dificultades. Pero a medida que aumentan los requisitos académicos y el grado de exigencia, se va quedando atrás dando muestras evidentes de que precisa ayuda. La causa estaba presente tiempo atrás, pero no se ha manifestado hasta que ha necesitado aumentar la capacidad de atención y concentración.

Cuanto antes se pueda tratar esta cuestión, mejor serán los resultados del tratamiento.

La osteopatía pediátrica tiene excelentes resultados. Los osteópatas especializados en el tratamiento de niños podemos ayudar en un amplio abanico de dificultades que aparecen en el desarrollo de bebés, niños y adolecentes. Nunca es demasiado pronto para tratar a un bebé o a un niño.

Los osteópatas pediátricos estamos preparados para evaluar el estado físico de los bebés y los niños para determinar si hay razones físicas que condicionen su comportamiento.

Otros motivos de consulta frecuente:

  • Alteraciones digestivas (cólicos, reflujo, regurgitación, restreñimiento);
  • Respiratorias (bronquitis, bronquiolitis, ...);
  • Dificultades del sueño (insomnio, irritabilidad, parasomnias, ...).

Tratamiento
El tratamiento osteopático utilizando el enfoque craneal es muy suave, seguro y eficaz en el tratamiento de bebés y niños, incluso de los prematuros. Como ya hemos explicado, nunca es demasiado pronto para tratar a un bebé.

Los bebés y los niños suelen responder rápidamente al tratamiento. En promedio, de dos a seis tratamientos son suficientes, aunque esto varía de acuerdo con la gravedad del problema.