Con la edad, el cuerpo se debilita, pierde flexibilidad y elasticidad, y no se recupera tan rápido como años atrás. Nuestros sentidos pierden agudeza y el equilibrio sobre los pies se vuelve inestable, lo que provoca una disminución progresiva de la movilidad y la confianza en uno mismo.

No podemos evitar el envejecimiento, pero con el tratamiento osteopático podemos ayudar a aliviar algunas de las limitaciones y molestias más frecuentes, que incluyen:
· Dolor de espalda y cervical · Problemas posturales · Dolor en las articulaciones y rigidez incluyendo la artrosis y la artritis · Dolor de cabeza · Reducción de los efectos del estrés · Mejora de la calidad de vida